Muelle por Enrique Carrasco

Cargando plata en un Muelle de Indias. Los galeones fueron utilizados desde el siglo XV. Su evolución partía de un bajel  grande, de alto bordo. Derivando en su diseño de la clásica ‘carraca’ portuguesa, pero combinada con la velocidad de la carabela, los galeones tenían grandes prestaciones y capacidad de fuego. Este bajel más largo y estrecho que la nave y más corto y ancho en proporción que la galera, tenía tres mástiles aunque algunos llevaban cuatro, añadiendo uno de contramesana. Se asemejaban a las galeras en su corte, obra muerta y ‘acastillaje’ y la relación entre su manga y eslora venía ser de uno a tres y hasta de uno a cuatro. Los había tanto de guerra como de carga y fueron utilizados en travesías transatlánticas.

Texto, diorama y fotografías: Enrique Carrasco

Descripción de la escena.

Primeras luces del amanecer. El sol emerge con fuerza desde el horizonte marino. El Caribe se levanta poco inquieto pero perfecto de brisa, mientras el galeón español recibe los últimos pertrechos de carga antes de desplegar velas y zarpar rumbo a Sevilla. Aún es pronto, aunque el buque ya ha levado anclas. El pequeño fuerte defensivo costero todavía no registra movimiento, pero el navío de tres palos se encuentra presto para el desamarre y la navegación con los primeros vientos de la mañana. Mientras los marineros terminan de llenar la bodega, con tesoros y avituallamiento, un delegado del gobernador -que viajará a España con las últimas noticias- supervisa de cerca la operación de carga.

Construcción del diorama: La base.

Lo primero que hice fue pensar en cómo quería desarrollar la escena analizando el espacio disponible. Gracias a que el galeón sólo mide 31 cm., pude concebir un diorama con muelle en forma cuadrada con una base de conglomerado de 32 x 32 cm., adecuado para estibarlo en una repisa. Pegué con cola blanca, sobre la base, dos láminas de poliuretano (corcho blanco) de 1 cm. de grosor cada una. Dibujé con rotulador dónde iba a caer el muelle y dónde el buque, pensando bien en la instalación de los módulos.

El castillo defensivo.

Tanto la batería costera como las pequeñas edificaciones anexas son de fabricación y diseño propio, con tan sólo la excepción de algún elemento ya existente, como las dos pequeñas torretas emplazadas en el centro y en un extremo del diorama (foto 3). Estas piezas, que consideré adecuadas a la escala, estaban incluidas en un juego de reproducción de monumentos municipales en miniatura. Me inspiré en los castillos defensivos propios de Indias, examinando algunas fotos de antiguas fortalezas del litoral en Cuba, Jamaica, y otras islas caribeñas. Entre los elementos que más se repetían se encontraban las garitas de vigilancia (en este caso modeladas con pequeños cubos de madera horadados y coronados con “blísters” de pastillas  recortados y bolitas de plomo). Necesitaba también encontrar un módulo  que simulara un castillo con base circular y a la escala adecuada.

“Todo a 1 euro.”

Casualmente, en una tienda de “Todo a 1 euro”, encontré un cenicero de cerámica a medida. Lo recubrí con yeso mezclado con agua y masilla blanca “Das Pronto” para crear las defensas. Una vez secas, trabajé con un cuter para confeccionar las troneras y esculpir la textura del yeso imitando piedra. El resto de las construcciones complementarias a la batería defensiva original fueron ajustándose tratando de no menoscabar la importancia escénica del castillo central. Todo se realizó con trozos de poliuretano, madera de balsa, tiza y escayola.

Cañones.

Pensar en los cañones necesarios para cubrir todas las troneras abiertas no fue tan sencillo. Hubo que trabajar varios accesorios de metal blanco para modelismo naval, finísimos listones de madera y tubo de plástico vaciado de sus cables de cobre para lograr la escala adecuada sin que su diseño desentonara demasiado respecto a la artillería del buque.

Construcción y pintura del galeón.

El galeón de la firma francesa Heller brinda un excelente detallado de la madera que imita el plástico blanco en el que está termo-moldeado. Tan sólo es necesario añadir algunos elementos de cosecha propia, como el bote de salvamento, que no se incluye en el kit , lográndose con tiras de Evergreen, tubo de plástico, madera y filamentos de cobre para imitar los cabos. Aunque en la caja figura la escala 1/200, la escala real del barco es aproximadamente 1/160, pudiéndose combinar perfectamente con unas figuras ya existentes en el mercado escala “N” para modelismo ferroviario de la firma Preiser. El galeón se construyó siguiendo las instrucciones de forma ordenada y sin prisas. La arboladura se completó empleando hilo fino.

Las velas y accesorios.

Las velas recogidas se culminaron con tela enrollada y adherida con cola blanca mezclada con agua. Los obenques se  alzaron preparando con calma la urdimbre propuesta en las instrucciones, cubriendo el hilo final con una primera mano de barniz y una segunda de pintura negra. Se puso un énfasis especial en el proceso de acabado de pintura, logrado con acrílicos Vallejo y toques de aerógrafo para remarcar luces y sombras.

Adornos de popa.

Los adornos del castillo de popa fueron completados con algunos ornamentos de bisutería y cuentas de collar. Los cañones, a pesar de ser diminutos, hubo que horadarlos en su bocana con un ‘cuter’, con sumo cuidado para no doblarlos, y las ventanas, se cubrieron con cristal-clear para imitar el vidrio. La chalupa de salvamento se fabricó con tubo de plástico para hilo eléctrico, trozos de plástico y lámina de Evergreen.

El mar.

Fue lo último en añadirse a la escena con el fin de que el galeón encajara perfectamente en el hueco reservado cuando se trabajó el poliuretano. Para lograr un oleaje suave, intensificando ligeramente en los rompientes del muelle, se moldeó una buena cantidad de masilla blanca “Das Pronto” mezclada con mucha agua y adherida a la base con cola blanca. La pintura del océano, y su efecto realista, llevaron un proceso complejo. Tras varias pruebas, trabajando con acrílicos de distintas gamas de azul, antes de secar, y ceras Manley, una vez seca la pintura, se logró el aspecto deseado. Finalmente se aplicó una generosa capa de barniz cerámico frío.