Hace mucho tiempo en una galaxia muy, muy lejana me encargaron hacer una maqueta imposible, sobre todo porque nunca había hecho una maqueta a scratch o de construcción propia, al final la hice por dos razones, una porque me obligaron y otra porque me encantó la forma que adquiría una vez empecé a realizarla.
Tengo una tía que es Hija de la Caridad de San Vicente de Paul y en aquel entonces su congregación mantenía un colegio en San Cristóbal de La Laguna, las niñas y niños que iban a ese colegía no tenían muchos recursos económicos por no decir nada, la mayoría eran niños de protección de menores, los cuales no habían salido de la isla en sus cortas vidas. El parque etnográfico Pirámides de Güimar, organizó un concurso de maquetas del famoso barco Kon-Tiki que atravesó el océano pacífico en 101 días en 1.947. El concurso consistía en que los niños de los colegios tenían que realizar una réplica del barco, y la clase ganadora de los distintos colegios de la isla de Tenerife se iba de viaje a La Gomera. Mi tía no dudó ni un segundo en plantearme el “marrón” de hacer la maqueta, presentarla en nombre del colegio, o sea, como si la hubieran hecho los niños, y exigirme ganar el concurso, (casi nada, traga saliva).
La historia de esta maqueta que presento es que la hice, y gané el concurso, o sea, los niños ganaron el concurso, se fueron de viaje, ahora ustedes juzguen si mi tía hizo bien o mal que esos niños se fueran de viaje. Si analizamos la situación sería la siguiente, la probabilidad que esas pobres criaturas se fueran de viaje con financiación de sus padres o las Hijas de la Caridad era cero, la probabilidad que ganaran el concurso sería cero. Si todo el mal que se hace en este mundo en que vivimos es por hacer un bien, yo estaría haciendo todo mal que se cruzara por delante, y sería el más corruptos de los corruptos.
Al realizar la maqueta a scratch, lo más difícil que se me planteó fue la realización del casco, que en original era de caña de bambú. Lo primero que hice fue con mi padre ir a las pirámides de Güimar a sacar fotos de la replica que tienen a escala 1:1 de la kontiki, de ahí saqué todas las medidas y los detalles para realizar la maqueta, lo primero que se me ocurrió fue coger una esterilla de la playa y unir sus cañas como si fueran de bambú y dar la forma del casco atadas con hilo, la parte de las curvas quedaba totalmente deformado y era horroroso, después de darles muchas vueltas opté por coger dos paquetes de dast-pronto y amasarlos haciendo dos cilindros, mas ancho en el centro y finos en las puntas, antes que se secaran los junté y los rodeé con un hilo de barcos de artesanía latina (el número más grande), con un punzón con el barro húmedo les hice una serie ranuras horizontales imitando las cañas de bambú, lo apoyé dando la forma del barco y dejé secar. El resultado parecía bueno y tras la pintura parecía mejor, realicé aguadas y le di pincel seco. El resto del barco fue realizado con madera de balsa y cuerdas de artesanía latina siguiendo las fotos que realicé.
Dedicado a toda la congregación de las Hijas de la Caridad de San Vicente de Paul, la cual siempre y de forma altruista a prestado una gran labor en esta sociedad en que vivimos y que para lo bueno nunca se las nombra.
A Belinda, fans incondicional de esta página web, que tanto me anima a seguir escribiendo sobre este hobby a sabiendas de mis “adversidades”.
A mi “adversidad” la cual cambió mi vida. Se dice que en las adversidades se conocen las personas fuertes queriendo indicar que la adversidad es como la fragua donde se templan los ánimos heroicos.